La Violencia en Mexico.

  La violencia se ha convertido en un problema para la salud pública debido a la magnitud que ha alcanzado en las últimas décadas. Millones de personas mueren cada año por causas atribuibles a la violencia, y la mortalidad representa solo la parte más visible, ya que por cada muerte violenta se producen decenas o cientos de lesiones de diversa gravedad. Cuando se ejerce presión psíquica o abuso de la fuerza contra una persona, con el propósito de obtener fines en contra la voluntad de la víctima, estamos en presencia de un acto de violencia. El daño que causa la violencia va mucho más allá del daño físico. La violencia provoca depresión, ansiedad y otros trastornos de salud mental. También contribuye a la aparición de cánceres, enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y VIH/sida, pues las víctimas de la violencia a menudo tratan de hacer frente a sus experiencias traumáticas adoptando comportamientos de riesgo, como consumir tabaco, alcohol y drogas, así como con prácticas sexuales de riesgo. En ese sentido también, la violencia puede provocar una muerte temprana o mala salud durante toda la vida. Cuando se ponen en perspectiva esas consecuencias sanitarias considerando el gran número de personas afectadas, se empieza a descubrir la enormidad del problema. Por ejemplo, una quinta parte de las niñas han sido víctimas de abusos sexuales; una cuarta parte de los niños han sido maltratados físicamente, y una tercera parte de las mujeres han sufrido, en algún momento de su vida, violencia física o sexual por parte de su pareja.

En México, 59.4 por ciento de las mujeres declaró que a lo largo de su última unión o matrimonio fueron agredidas de diferentes formas, de las cuales, 15.7 por ciento reconoció haber sido abusada sexualmente por su expareja o exesposo, mientras que en el 64 por ciento de los casos se trata de violencia severa, reveló en un estudio el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud es el primer informe general de estas características que aborda la violencia como un problema de salud pública en todo el mundo. Cada año, más de 1,6 millones de personas en todo el mundo pierden la vida violentamente.



La violencia es una de las principales causas de muerte en la población de edad comprendida entre los 15 y los 44 años, y es responsable del 14% de las defunciones entre la población masculina y del 7% entre la femenina. En un día cualquiera, 1424 personas mueren en actos de homicidio, casi una persona por minuto. Aproximadamente una persona se suicida cada 40 segundos. Unas 35 personas mueren cada hora como consecuencia directa de un conflicto armado. Se calcula que en el siglo XX, 191 millones de personas perdieron la vida como consecuencia directa o indirecta de un conflicto, y bastante más de la mitad eran civiles. Algunos estudios han demostrado que en algunos países los gastos sanitarios causados por la violencia representan más del 5% del PIB


Al rededor del mundo, mujeres, niñas y niños 
continúan sufriendo violencia dentro y fuera de sus hogares. A menudo a   manos de su familia, parejas etc. Particularmente la violencia se ha convertido en un problema persistente en situaciones de conflicto armado, para detenerlo debemos unirnos para que esto no siga sucediendo y combatirlo, es importante acabar con la violencia ya, para que las mujeres, niños y niñas vivan sin temor a que les pase algo tienen derecho a vivir su vida de manera segura y sin violencia. Una vida sin violencia es esencial para la salud ayudar a promover una cultura que no permita o acepte la violencia contra las personas.
Hay que concientizarnos y apoyarnos para vivir en una  comunidad sin violencia si una persona sufre de violencia es mejor acudir a las autoridades y no callarnos.

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